Introducción a la fitoterapia

Hoy os voy a hablar de las plantas medicinales dentro de la terapéutica y como usarlas. En esta entrada edito una anterior en la que incidía en su uso. Ahora me gustaría daros una visión general de lo que son las plantas medicinales.

Cuando hablamos de plantas medicinales en realidad estamos hablando de fitoterapia, que etimológicamente significa tratamiento con plantas. La fitoterapia hoy en día se define como la ciencia que estudia la utilización de productos de origen vegetal con finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, atenuar o curar un estado patológico.

Lo primero que hay que saber es que una planta medicinal puede ser cualquier planta, y recalco esto puesto que tendemos a pensar en hierbas, y hay también plantas medicinales que son grandes arboles, igualmente se podrá utilizar toda la planta o parte de ella según donde encontremos los componentes que le dan actividad a esa planta.

Podemos encontrar esos componentes activos o como se denomina en farmacia y medicina, principio activo, en flores, raíces, hojas, corteza... Cualquier parte de la planta o toda entera puede ser la parte activa de la misma. A esta parte activa de la planta la vamos a denominar droga.

Hoy en día los productos vegetales que usamos en fitoterapia se han estudiado a fondo, y hecho estudios científicos, de tal modo que se verifica su utilidad terapéutica, igual que cualquier otro medicamento de los que llamamos, no naturales, o químicos.

También hay que tener en cuenta que una planta, al igual que todos los seres vivos, están compuestas de multitud de componentes, y todos esos componentes son moléculas que producen reacciones químicas, por ello una planta no es menos química que un medicamento de síntesis.
Así tenemos que poner unas bases con las que trabajar esta idea, y es que la gente me comenta que las plantas medicinales son mejores porque no son química, porque es algo natural que no puede hacerles daño, creen que la dosis (concentración del principio activo) no hay q tenerla muy en cuenta ni la posología (tomas al cabo del día).

De hecho, muchos de esos medicamentos provienen de la purificación de plantas. Lo que quiero decir con esto, es que hay que tener las mismas precauciones o más con las plantas que con los medicamentos que compramos en la farmacia.

Incluso hay que tener cuidado donde compramos las plantas medicinales puesto que nos tienen que garantizar un mínimo del principio activo, que no lleve impurezas, como pesticidas, u otros componentes que pueda haber tomado la planta al crecer y que sea dañino para nosotros.

En ese sentido a mi personalmente me gusta comprarlas en farmacias donde hay marcas que sus productos tienen código nacional, que es una seguridad de que ha pasado los controles de la agencia del medicamento. Aun así, en herboristerías de confianza nos podrán ofrecer productos que también nos garanticen estas cosas.

Así debemos conocer la posología o veces al día que se toma, la cantidad que poner en una infusión, si lo fuera, si son cápsulas o pastillas, pues las que sean en cada toma. También debemos saber las reacciones adversas e interacciones que puedan tener para nosotros porque estemos tomando otro tratamiento o tengamos alguna otra patología a la que pueda afectar.

Hay un ejemplo que siempre pongo porque es muy esclarecedor y es que se vio que ciertos pacientes con VIH dejaron de hacerle efecto los antivirales que tomaban. Resulto que habían empezado a tomar para la depresión hipérico, que es muy efectivo, aunque se vio que anulaba a este tipo de medicamentos.

Así que si preferís la fitoterapia a la medicina normal por decirlo de algún modo, informaros bien y que la persona que os atienda sepa de que esta hablando.

Creo que como introducción no me extiendo más, ya iré ampliando dentro de la fitoterapia otros temas.

Espero que os haya sido interesante y sobre todo útil.

Gracias por leer!!!






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